Cómo afecta
el factor de sostenibilidad para 2019- En su Pension
Descubre la incidencia
del nuevo factor de sostenibilidad de las pensiones que se empezará a aplicar a
partir de 2019
Ley 23/2013, de 23 de diciembre,
reguladora del Factor de Sostenibilidad y del Índice de Revalorización del
Sistema de Pensiones de la Seguridad Social. España, al igual que los países
de su entorno, se encuentra en fase de redefinir y ajustar su sistema de
previsión a las nuevas realidades. Los retos son importantes:
una población con una fuerte tendencia al envejecimiento nos lleva a estructuras sociales con
más beneficiarios de prestaciones (fundamentalmente pensiones y en relación
directa gasto sanitario) y menos contribuyentes que con sus cotizaciones
sostienen el sistema.
En el caso de España, hay un
reto adicional, derivado de una elevada tasa de desempleo,
buena parte de la cual se encuentra en riesgo de convertirse en estructural.
Esto es lógicamente una dificultad añadida, puesto que reduce el número de
cotizantes y tensiona las cuentas públicas al incrementar el número de
perceptores de prestaciones, en este caso relacionadas con el desempleo.
¿Qué es el
factor de sostenibilidad?
El factor de sostenibilidad es
uno de los ejes fundamentales de la reforma de
las pensiones en
España. Se aplicará a partir del año 2019 y viene a añadir dos nuevas variables
al cálculo de la pensión a las ya existentes actualmente, como son la edad de
jubilación, los años cotizados, la cuantía cotizada, etc. Desde su entrada en
vigor, se tendrá en cuenta al calcular la primera pensión de jubilación de los
nuevos jubilados su esperanza de vida en dicho momento.
A esto se le conoce como factor de equidad intergeneracional y es la primera variable.
El FEI se revisará cada 5 años en función de la evolución de la
esperanza de vida.
¿Por qué se
introduce esta nueva variable?
El objetivo fundamental es que,
dado que la esperanza de vida ha aumentado considerablemente y se estima que lo
siga haciendo tanto en España como en países de nuestro entorno, los jubilados perciban
a igual contribución durante la etapa como cotizantes, el mismo importe vía
pensión pública de
jubilación como jubilados.
¿Cómo te
afectará el FEI?
Dado que, como mencionábamos
anteriormente la esperanza de vida tiende a aumentar, los
futuros jubilados vivirán más años como tal que los actuales jubilados.
Por tanto, sus derechos cotizados durante la etapa activa deberán repartirse
durante un número mayor de años, por tanto, aunque de manera global recibirán
de manera equivalente a los jubilados actuales, la cuantía mensual será más
reducida. Es decir, se cobrará menos al mes pero durante
más años.
Será necesario esperar a la
evolución definitiva de la esperanza de vida en 2019 (en ese año se tomarán
como referencia el lustro 2013-2017, dejando un año de margen, 2018, para
contar con datos cerrados) para tener cálculos precisos, pero se estima que en
el primer año de aplicación, esta variable supondría un descuento en la pensión
del 0,47%. Por tanto, un pensionista que se jubilara en 2018 y cobrara una
pensión de 1.000 euros, pasaría a cobrar 995,3 euros si lo hiciera en 2019.
Esto supone un impacto a tener en cuenta en la planificación de nuestra
jubilación, y es que mensualmente ingresaremos menos, con lo
que será necesario revisar nuestras previsiones y compromisos de gastos
mensuales. Es importante también manejar estas estimaciones y datos ya en
nuestra etapa como trabajadores activos, de cara a realizar una correcta
planificación de nuestra jubilación y estimar en qué medida deberemos
complementar nuestra pensión pública con nuestro ahorro privado.
El factor de
revalorización anual
Es el segundo componente del
factor de sostenibilidad. Supone ligar la revalorización de las
pensiones a la salud de las arcas públicas. Implica que las
pensiones solo suben si aumentan los ingresos del sistema por encima de la tasa
de crecimiento del número de pensiones. Este factor se movería entre unos
valores situados entre un mínimo del 0,25% y un máximo del IPC +
0,5%.
¿Cómo te
afectará el FRA?
Según esta fórmula, cabe la
posibilidad de que los futuros jubilados cobrasen una pensión más baja que
quienes se retiraron antes en las mismas condiciones, pero no
verían recortada la prestación durante los años que la perciban.
Por último, es importante
destacar que este factor de sostenibilidad que entrará en vigor en España en
2019 es una fórmula que, con matices, ya se está
aplicando en países de nuestro entorno como Portugal, Grecia, Alemania o
Austria.
El factor de sostenibilidad es un mecanismo de ajuste automático de
ciertos parámetros de las pensiones -edad de jubilación, años de cotización
necesarios o importe inicial de la pensión- vinculado a la esperanza de vida de
la población y que ya está implantado en varios países europeos.
ACTIVA
El factor de sostenibilidad se enunciaba en la reforma
que se aprobó en 2011, durante el Gobierno socialista, pero quedó a falta de
concreción. La ley de 2011 menciona únicamente que dependerá de la evolución de
la esperanza de vida a los 67 años a partir de 2027 y que se revisará cada 5
años.
Con la introducción de este componente, España
se sumaría a otros países europeos que ya cuentan con él (o han desarrollado su
próxima implantación) desde hace un tiempo.
El estudio de las experiencias implantadas en nuestro
entorno puede arrojar luz sobre cómo funciona exactamente y qué variantes
ofrece.
Común a todas ellas es que se utilizan proyecciones
demográficas de los institutos estadísticos oficiales de cada país. En el caso
de España, sería el Instituto Nacional de Estadística. Y por otro lado, que la
revisión de los llamados parámetros de la pensión -edad de jubilación, años de
cotización e importe de la pensión- se hace de forma periódica (cada cinco años
anticipa la actual ley española).
El mecanismo actúa de tal modo que si la esperanza de
vida aumenta (o disminuye) en una población, esos parámetros se recalculan de
acuerdo con una fórmula proporcional.
La evolución de la esperanza de vida de la población
puede incidir en uno o varios de estos elementos: recálculo de la edad de jubilación,
recálculo de los años de cotización mínimos para alcanzar el importe íntegro de
la pensión, y recálculo del mismo importe íntegro de la pensión.
Edad de jubilación/esperanza de vida
En Italia, los ajustes serán cada tres
años a partir de 2013, y se basarán en datos medios del último trienio respecto
a los del trienio anterior, y a partir de la edad de jubilación actual de 65
años.
En Grecia, se establece que a partir de
2021 se ajustarán de forma automática las edades mínima y ordinaria de
jubilación (65 años) a los cambios en la esperanza de vida. La forma del ajuste
está por regular.
En Dinamarca quedará fijada en 67
años en 2022 y luego se vincula a la evolución de la esperanza de vida a los 60
años tomando como base la del año 2020 y con un desfase de 5 años.
En Países Bajos está previsto
aumentar la edad de jubilación hasta 67 años en 2025 y luego vincularla a la
esperanza de vida aunque la propuesta concreta está pendiente.
Años de cotización/esperanza de vida
Francia, desde 2009, incluye un mecanismo de ajuste de los años cotizados al ritmo
del aumento de la esperanza de vida a los 61 años, con el objetivo de mantener
constante el ratio entre años cotizados y años de cobro de pensión.
Italia ha incorporado esta vinculación para el caso de años cotizados
mínimos para acceder a la jubilación anticipada a partir de 2013. Y para la
cotización mínima exigible implanta a partir de 2013 el mismo mecanismo que el
mencionado para la edad de jubilación: cada tres años y basados en datos medios
del último trienio respecto a los del trienio anterior.
Importe de la pensión/esperanza de vida
En Portugal y Finlandia ajustan directamente el
importe de la pensión inicial multiplicándola por un factor de sostenibilidad.
Las fórmulas que utilizan para calcular ese factor son distintas.
En Portugal es el cociente de
esperanzas de vida, la actual y la futura (si la futura es mayor el cociente
dará un valor inferior a 1, por el que habrá que multiplicar el importe inicial
de la pensión).
En Finlandia es un cociente algo más
complejo que incorpora valores de renta.